The New York Times | SALUD ¿Es recomendable tener un embarazo vegetariano o vegano? | Por CATHERINE SAINT LOUIS 4 de julio de 2017


Stuart Bradford



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¿Hay pruebas de que sea posible tener un embarazo vegetariano sano, sin ningún riesgo para el feto en desarrollo?
“En pocas palabras, la respuesta es sí, totalmente”, dijo Shannon M. Clark, una vocera del Colegio de Obstetras y Ginecólogos de Estados Unidos. “Aún así puedes obtener todos los nutrientes que necesitas, pero no puedes ser descuidada”.
No ha habido estudios aleatorios y controlados, ni hay evidencias contundentes para probar causa y efecto, que analicen los efectos de una dieta vegetariana o vegana sobre el embarazo. Sin embargo, un análisis realizado en 2015 de 22 estudios observacionales sobre embarazos de personas veganas y vegetarianas no halló que hubiera algún aumento en defectos de nacimiento importantes ni algún otro problema grave en los hijos o en las madres. Ese análisis, publicado en 2015 en BJOG, una revista internacional de obstetricia y ginecología, incluyó solo a mujeres sanas. Los autores dijeron que se requieren más investigaciones para determinar si las embarazadas con ciertos problemas de salud pueden continuar de manera segura una dieta basada solo en vegetales.
El hierro es crucial porque las mujeres aumentan el volumen de sangre que bombea su cuerpo durante el embarazo y las deficiencias pueden provocar anemia, la cual “incrementa los riesgos de tener a un bebé de bajo peso, así como de un trabajo de parto y alumbramiento prematuros”, explicó Clark, quien también es una especialista en medicina materno-fetal del Centro Médico de la Universidad de Texas en Galveston.En el documento a través del cual da a conocer su posicionamiento en torno a las dietas vegetarianas, la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos, la organización más grande de especialistas en dietas de ese país, establece que una dieta basada en vegetales es sana y nutricionalmente adecuada para las embarazadas; siempre y cuando haya una planeación apropiada, pues las mujeres en esta condición que no comen carne pueden estar en riesgo de presentar deficiencias de ciertos nutrientes, en especial hierro y vitamina B12.
Las embarazadas requieren el doble de hierro que las mujeres no embarazadas, de acuerdo con el Congreso de Obstetras y Ginecólogos de Estados Unidos. Así que, durante el embarazo, las vegetarianas y veganas deben tener especial cuidado de comer muchos alimentos ricos en hierro, como frijoles, chícharos y cereales fortificados. Puesto que el hierro de los vegetales no es absorbido por el cuerpo tan fácilmente como el hierro de la carne, hay que “cocinarlos, remojarlos” o comerlos mezclados con alimentos ricos en vitamina C para aumentar la absorción, dijo Susan Levin, directora de Educación para la Nutrición del Comité de Médicos a favor de una Medicina Responsable, un grupo de activistas que promueve las dietas basadas en vegetales. El jugo de ciruela pasa también es rico en hierro. Levin dijo que ella aconsejaría a cualquier embarazada vegana o vegetariana a “tomar vitaminas prenatales y enfocarse en alimentos ricos en hierro como las espinacas, las lentejas, el betabel y las pasas”.
Las vitaminas del complejo B, incluidas la vitamina B12 y el ácido fólico, también son cruciales en el embarazo. La vitamina B12 no está presente en los vegetales, pero sí en el tofu, la leche de soya, algunos cereales y la levadura nutricional, que algunos veganos comen como sustituto del queso.
El ácido fólico previene defectos del tubo neural hacia la columna y el cerebro, que ocurren en el primer mes de embarazo, por lo que la Fuerza Especial de Servicios Preventivos de Estados Unidos recomienda que cualquier mujer en edad reproductiva que planeen embarazarse tome todos los días un suplemento de mínimo 400 microgramos de ácido fólico.
La deficiencia de vitamina B12 y ácido fólico “ha demostrado aumentar aún más el riesgo de tener un bebé con defectos del tubo neural”, dijo Clark. Los médicos aconsejan frecuentemente a las mujeres tomar vitaminas prenatales, que por lo general contienen hierro, vitamina B12, ácido fólico y otros nutrientes.
No comer carne durante la gestación incluso podría tener sus ventajas. Una dieta vegetariana en el primer trimestre se asoció con un riesgo menor de un incremento excesivo del peso gestacional, según halló un estudio realizado en 2010. Además, dijo Levin: “las dietas maternas con muchos vegetales pueden reducir el riesgo de complicaciones, incluyendo la diabetes gestacional”. Esto incluye tanto a las vegetarianas como a las consumidoras de carne que ingieran muchos vegetales durante el embarazo, señaló.
A pesar de todo lo anterior, en un embarazo pueden surgir imprevistos, y no todas las mujeres pueden continuar su dieta vegetariana o vegana. Cuando Clark descubrió que tendría gemelos, estaba cambiando a una dieta vegana después de un año de ser vegetariana, pero casi de inmediato comenzó a presentar náuseas intensas y reflujo gastroesofágico, y perdió el apetito. “No podía ver las ensaladas ni nada verde”, dijo.
Los únicos alimentos que soportaba eran el puré de papas, los huevos y el pollo. “Rompí mi dieta vegetariana porque necesitaba que mis bebés crecieran”, dijo. “Estar baja de peso puede ser igual de perjudicial para un embarazo que tener sobrepeso”.
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