Al Mayadeen | Israe l- Siria - Hizbulah: la perspectiva de la guerra | Gelnar Younis y Mohammad Saifuddin 21 febrero, 2017

A pesar de la satisfacción de Tel Aviv ante la trágica escena que invadió los países circundantes, así como su apoyo continuado con el objetivo de avivar las llamas del caos árabe - llamado "La Primavera"- , no deja escapar la posibilidad de verter los planos de lava contra Damasco, Beirut y cada capital árabe que se encuentre dentro del alcance de sus ambiciones.

La perspectiva de la guerra
La perspectiva de la guerra
Israel intentó a lo largo de seis años llevar a Siria y Hizbulah para entrar en una confrontación con ellas, en el momento que éstos se encuentran ocupados por la lucha contra el caos del terrorismo, extendido por la propia tierra de ambos.


Pero la provocación mediante el bombardeo de fuego de Israel y/o a través del bombardeo de los medios de comunicación por parte de Occidente y algunos árabes, no implicó a Damasco y a la resistencia, sino al revés: sus estrategias se han mantenido centradas en el horizonte de la confrontación, para elegir el momento y el punto adecuado  y así responder.


La política de resistencia contra Israel no se basa en el Show o en la saturación entusiasta de tipo autónoma o popular, sino en la planificación y la  definición de objetivos y la elección de los medios más eficaces. En total, Tel Aviv se ha entendido mediante el contexto de la constante confrontación que se encuentra  bajo un fuego inevitable y muy diferente del que pasó durante sus guerras anteriores.


Sin embargo, debido a la cantidad de odio que acumula Israel hacia todo su entorno, no podemos descartar completamente la posibilidad de una guerra. Especialmente en este momento crucial que está atravesando la región.


De hecho, el equilibrio del terror sostenido en la región hoy en día, y los cálculos de riesgo realizado por cada una de las partes (Israel y las Fuerzas de Resistencia), no necesariamente previne  el estallido de una  guerra loca conforme con la delincuencia de Israel a la violencia. 

La beligerancia de Donald Trump…. tierra fértil para la guerra

Donald Trump
Donald Trump

Desde la aparición de Israel en la tierra de Palestina, hace setenta años y medio, no se ha cortado el cordón umbilical con el Occidente, especialmente con los Estados Unidos. Pero la etapa del mandato de Barack Obama formó un hito en la trayectoria de las relaciones entre Estados Unidos e Israel. La química positiva ha estado ausente en la relación de este último con Benjamin Netanyahu, quien saltó de alegría por la llegada de Trump a la Casa Blanca, tal vez más que la misma Melania.


Una nueva política norteamericana en la región israelí se espera del amigo Donald. Sus primeras señales se presentaron en el claro odio de Trump hacia Irán, y en descripción del acuerdo firmado entre Irán y las seis potencias como “el peor” acuerdo de la historia. Con esta visión se interpreta lo que está oculto en la mente del nuevo asesor de la Casa Blanca Steve Bannon, que susurra en el oído del nuevo presidente de Estados Unidos.


La continuación del asentamiento, y una luz verde de Estados Unidos para la construcción de nuevos bloques. Declaraciones acerca de una patria alternativa para los palestinos.  Intervención terrestre en Yemen. Intención de crear zonas de amortiguamiento en Siria a fin de frenar el flujo de los inmigrantes. Y mucho hablar en los pasillos de la Casa Blanca sobre un acuerdo entre Estados Unidos y Rusia que levanta las sanciones impuestas sobre esta última, a cambio de la creación de una base militar de Estados Unidos en Siria.


Muchas preguntas saltan acerca de la política exterior de Trump hacia el Oriente Medio caracterizada por ser misteriosa y contradictoria. El nuevo presidente es demasiado charlatan, lo que plantea muchas dudas sobre la posibilidad de cumplir con lo que dice. A pesar de que los medios de comunicación israelíes no se ha cansado de la celebración de la victoria del "amigo cercano; pero convertir las aspiraciones en políticas, enfrenta obstáculos serios.


En cambio, analizar las posiciones de Trump revela diferentes significados en algunos casos. Hablar de una zona de seguridad en Siria, se ha puesto por los americanos y los rusos en el marco de frenar el flujo de migrantes a Occidente. Esto es consistente con la prioridad declarada del presidente de Estados Unidos "la eliminación de Daesh". Pero, por otro lado expresa su intención de apoyar a Israel, "la fortaleza de la esperanza de Estados Unidos en el Medio Oriente", según expresaran.


En esta contradicción no extraña que la lógica de Trump resida en una escena brumosa que envuelve la probabilidad de la confrontación o de la paz en la región.


En relación con la lucha contra el "Daesh", la nueva administración de Estados Unidos está frente a tres opciones: o bien se enfrentan con eficacia a la organización sobre el terreno mediante el envío de fuerzas militares que corresponden a la cantidad de los números movilizados en la región; esta opción es una opción poco probable, de acuerdo con las declaraciones de Trump emitidas durante su campaña electoral. Él  no va intercalar a  su país en conflictos en el ámbito internacional.


O el uso de las fuerzas locales y movilizarlas y armarlas, al igual que hizo su predecesor, y con esta opción Trump debería resolver un montón de problemas, Turquía y su conflicto con los kurdos, Arabia Saudita y los Estados del Golfo y la guerra en Yemen y otros temas, a fin de anuar los esfuerzos para conseguir el objetivo común "eliminar a Daesh".


La última opción es una alianza con Rusia, que es exactamente lo que Moscú está tratando de lograr con el lanzamiento del mandato Trump, y aprovecharlo si es posible, para levantar las sanciones económicas impuestas sobre ella.
Muchas predicciones sobre la política externa de Trump, no serán aclaradas de la noche a la mañana, pero ¿en qué posición se encuentra Siria respecto a esta política?

Israel y la fecha de la venganza siria

Misiles sirios
Misiles sirios

Israel cree que Damasco ha seguido una política malintencionada en  la confrontación con ella, por tanto no ha dado pretextos directamente a Tel Aviv que los haga capaz de decir  ante la comunidad internacional  que Siria es un estado agresivo dispuesto a la guerra, y de este modo incita  a Occidente contra ella, sino fijó el alto el fuego con ella, y trabajó al mismo tiempo para apoyar a los movimientos de resistencia con dinero, armas y asegurar  las vías  de suministro, así como  ha acordonado  un cinturón con  misiles alrededor de Israel, de su fabricación,  y con  combatientes de su entrenamiento, que llevó al estado judío en una posición poco envidiable desde su creación.


Este odio de Israel hacia  Siria y su deseo de derrocar a  Damasco sin siquiera discutir una alternativa, evidencia la preferencia de la existencia del diablo en el Palacio del Pueblo de la presencia de Bashar al-Assad, y en esto no caben dudas  para quien quiere analizar su posición de manera neutral.


Comentarios y deseos de funcionarios israelíes confirmaron que el régimen de Assad iba a caer en las primeras semanas de la crisis de 2011, pero todo esto no sucedió. Con la recuperación del ejército sirio del control de las zonas importantes del país, una tras otra, Tel Aviv estaba  observando con cautela, hasta  que comenzó a intervenir tópicamente bombardeando posiciones del ejército y convoyes que pertenecen a Hezbolá según su pretexto, o apoyando a algunas de las facciones en la ofensiva contra las zonas controladas por el ejército sirio, como el apoyo que  cada vez estaba más claro al Frente de Al Nusra, en particular.


Por otro lado, su  caída presentará serias dudas acerca del destino del arsenal de armas estratégicas que dispone, por un lado, y la extensión del caos en la frontera norte de Israel, por otra parte. A pesar de todo esto, los israelíes siguen considerando que las cuentas de resultados –dentro de los cálculos de ganancia y pérdidas- que la caída del régimen es mucho mejor que la existencia.


Muchas voces gritaron  pidiendo una respuesta siria que conserva la estructura del Estado y recupera su prestigio. Por primera vez desde mucho  un tiempo respondió  el ejército sirio cerca de la frontera con Israel a unos  ataques aéreos israelíes lanzando misiles aire-tierra. Pero esta respuesta ha quedado  sin la capacidad de satisfacer la necesidad de los  sirios de  ver a Israel golpeada duramente.

Israel y Hezbolá y la tercera guerra

Combatientes de la Resistencia Libanesa
Combatientes de la Resistencia Libanesa

A pesar de los avances fundamentales en la región desde la reciente guerra entre Israel y Hezbolá en 2006, y a pesar de más de una década sin enfrentamientos a gran escala entre las dos partes, pero la animosidad  sigue  bien establecida y no ha cambiado.


 El hecho de la  relativa estabilidad en el frente libanés se ha impuesto, según "Haaretz" – la teoría de disuasión mutua entre las dos partes, a pesar de la superioridad militar de Israel. Pero la disuasión ya no es unilateral, los discursos del  secretario general de Hizbulah están claros en relación con la  disposición de la Resistencia  a usar la teoría de la disuasión en cualquier momento.


 La participación del partido en los combates junto al régimen sirio, ha dado a Israel una esperanza a estirar el enemigo, que se vio obligado a utilizar  gran potencial en la guerra de Siria, y ha perdido durante dicha guerra  a  altos dirigentes  que  fueron asesinados a manos de los  grupos armados en Siria, en vez de  molestar  a Israel en  perseguirlos durante décadas.


Israel no se bastó con esto, pero extendió la mano oculta  varias veces para alcanzar a otros dirigentes del partido, entre ellos Samir Al Kantar,  Jihad Mughniyeh y otros. El estilo de Israel se basa en debilitar la moral de todos sus enemigos.   Amenazas de otro tipo  enfrentó  el partido en Siria, que está luchando en una tierra extraña, y de gran superficie, sin el apoyo local que mantiene  en sus bastiones. Ya que  logró con otros movimientos de resistencia en el Líbano el agotamiento de Israel en el sur durante tres décadas, y luego, derrotarla, pero la pregunta planteada hoy en día es sobre su desgaste en Siria.
   Algunos de  los observadores  creen que el partido está en una etapa crítica y con la cual no esta disuesto a  entrar en una nueva guerra, mientras que otros creen que las experiencias de combate y de campo obtenidas por sus combatientes  en Siria suponen un valor adicional a su capacidad para enfrentarse a Israel y  derrotarla en cualquier  guerra inesperada.


La  parte israelí se siente tranquila ante la opción de la guerra, que es una decisión  unilateralmente, ya que el partido  no puede librar  una guerra en un futuro previsible,  pero la audacia de Israel y la aplicación de su política de seguridad y sus nuevas tácticas  irregulars  ya no sirven  en el efrentamiento con el partido que practicó todas las formas de lucha en Siria, así como estar en  continuo  desarrollo de su arsenal, que se cree que  incluye a  armas antiaéreas, a cohetes mucho  más mortales que nunca.


Israel sabe muy bien que abrir un  frente  con Huzbulah significa abrir otro en el  Golan también, y quien sabe tal vez un frente dentro de Palestina.


La mayor parte de expectativas y especulaciones  políticas y militares  israelís y árabes excluyen cualquier guerra en la etapa actual entre Israel y las fuerzas del "eje de la resistencia", pero  tienen en cuenta que cualquier guerra en el futuro, será una guerra devastadora sin precedentes en respecto a la magnitud de los daños materiales y humanos.   Sin embargo, el cierre de la guerra siria en la siguiente fase, y los resultados esperados, y la negociacion de  las grandes potencias sobre  la forma y la distribución del poder en la región, podría animar  a Israel para dejar a Hizbulah fuera de la ecuación, especialmente, que la nueva administración de Estados Unidos se ve mas decidida a  proteger a Israel más que su predecesor.

El equilibrio militar y las perspectivas de guerra

De los combatientes de  la Brigada de élite Golani en el ejército israelí.
De los combatientes de la Brigada de élite Golani en el ejército israelí.

La escena de Oriente Medio se ve cada vez más entrelazada y complicada, podemos decir que lo que estamos viviendo  hoy es una guerra fría, pero diferente de la que hemos conocido en la mitad  del siglo XX, cuales son las posibilidades de que las amenazas salgan  fuera de los límites de las palabras y entren en vigor?


El equilibrio militar en la región en este moment  se refiere a lo siguiente:
Israel tiene un enorme arsenal militar, además del apoyo de Estados Unidos en todos los asuntos relacionados con la seguridad nacional, y las necesidades de la supervivencia, lo que refuerza la lógica del previsto apoyo de los  Estados Unidos a Israel  en cualquier confrontación que estalla en el Oriente Medio.


A cambio, Rusia respalda y protege al aliado de Damasco, en todas las cuestiones relativas a su seguridad y unidad nacional y su supervivencia, de forma semejante al  apoyo estadounidense a Israel.


Irán está armada con capacidades de misiles, y con una comprensión acerca de cuestiones estrategicas con  Rusia, y extiende sus brazos en el Líbano, Siria, Irak, y apuesta además de sus capacidades, así como por  las diferencias entre EE.UU. y Europa, por un lado, especialmente en relación con el acuerdo del programa nuclear firmado con ella.

 
Por otro lado, están apostando por el fracaso de sus rivales en  lanzar una guerra a gran escala contra ella, sobre todo porque los estados del Golfo no parecen ser capaces de vencerla en cualquier guerra futura, mientras que Trump se coloca en una posición difícil frente a sus votantes que  en varias ocasiones les aseguro que se va a ocupar los asuntos internos, y no va a entrar en amplias  guerras externas.


Mientras que Hizbulah, es la parte que depende principalmente de sus capacidades, y del apoyo de Irán. Pero, al mismo tiempo, se enfrenta a grandes riesgos a la hora de redibujar la escena de la región  tras poner fin  a  la guerra en  Siria en una nueva imagen.


Aquí radica, precisamente, la necesidad de tener cuidado de la locura de Tel Aviv. Sin que esta locura podría ser mal para el partido necesariamente, aunque si  Israel se arriesga, no va a garantizar su  seguridad  en  la próxima guerra. De hecho, el liderazgo de Hizbulah le confirma  siempre que no va a salir  nunca de esta guerra, si es puesta en marcha.


Y la última confirmación se lanzó  por el  discurso  emitido por el Secretario General del partido hace unos días, orgulloso  de tener  una larga mano que puede llegar  hasta la Central Nuclear de Dimona y Depósitos de Amoníaco.


Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no reflejan necesariamente el punto de vista de Al Mayadeen.