Los restaurantes de José Andrés, chef español que está inmiscuido en casos legales contra Trump, estarán cerrados. Olivier Douliery/Agence France-Presse — Getty Images |
WASHINGTON — Este jueves, en una ciudad donde pagar por comidas con una cuenta de gastos de la oficina es parte central de la vida de aquellos en posiciones de poder, varios de los restaurantes más conocidos de la capital estadounidense mantendrán cerradas sus puertas, en solidaridad con una campaña nacional que busca concientizar sobre las contribuciones de los migrantes, así como su actual situación precaria.
La campaña, que se promueve en redes sociales y aplicaciones de mensajería, pide que haya un “día sin inmigrantes” en Estados Unidos, ya sean indocumentados, residentes o cualquiera que sea su estatus legal. Pide a todas las personas nacidas en el extranjero que se encuentran en Estados Unidos que no vayan a trabajar ni hagan compras para demostrar la importancia de sus labores y de su poder adquisitivo para la economía.
Activistas y grupos en ciudades de todo el país han respondido al llamado, en algunos casos incluso organizando manifestaciones para coincidir con el evento. Varios activistas dijeron que no sabían cómo empezó la campaña, si había una organización nacional detrás de esta, o cuánta gente haría caso a la movilización.
Pero sí la han notado quienes pertenecen a la escena culinaria de Washington, donde el nuevo gobierno de Trump ha adoptado una línea dura sobre la migración y las deportaciones. Al menos una decena de restaurantes están comprometidos a no abrir sus puertas, mientras otros han dicho que solo habrá servicios limitados por la expectativa de que muchos empleados no acudan. Restaurantes en otras ciudades también se han sumado.
José Andrés, el chef español que está inmiscuido en un caso legal con Trump, dijo que sus restaurantes Zaytinya, Oyamel y Jaleo estarán cerrados. En 2015, después de que Trump hizo comentarios negativos sobre los mexicanos, Andrés se retractó de un acuerdo para abrir un restaurante en el nuevo hotel de Trump ubicado cerca a la Casa Blanca, y terminaron demandándose mutuamente.
Andy Shallal, oriundo de Irak, dijo que su cadena restaurantera Busboys and Poets también estará cerrada, e hizo notar que es parte de un grupo de más de 40 millones de personas que llegó a Estados Unidos desde otro país. “Como migrante, estoy orgulloso de mantenerme en solidaridad con mis hermanas y hermanos”, escribió en Twitter.
Su hija, Laela Shallah, encargada de la mercadotecnia y finanzas de la empresa, dijo que los empleados podían elegir entre usar un descanso con paga o ir a los restaurantes solo para ayudar a organizar.
Amaya Sales, gerente de cocina en uno de los restaurantes Busboys and Poets, en el vecindario de Brookland, dijo que los trabajadores acudieron ante la gerencia a principios de la semana para pedir ser parte del llamado “Un día sin inmigrantes”. “Es solo para demostrarle a la mayoría de Estados Unidos lo importante que somos para que se haga el trabajo”, dijo Sales.
Un grupo de defensa de migrantes, Cosecha, también tiene planeado un día sin migrantes para el 1 de mayo. María Fernanda Cabello dijo que el jueves 16 de febrero será una prueba.
“No sabemos cómo empezó y, hasta donde sabemos, nadie lo está organizando”, dijo Cabello. “Empezamos a ver mensajes al respecto en varias ciudades hace unas semanas y en los últimos días empezó a popularizarse”.