Entrañas de la reunión Tillerson-Erdogan en Ankara
El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, sostuvo un encuentro en Ankara -el pasado jueves- con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y según el diario turco Sabah, en ese encuentro se realizó sin la presencia de los traductores.
Trascendió que Erdogan había sido notificado a la secretaría de Estado de EE.UU. que no deseaba contar con muchos ayudantes en las reuniones a puerta cerrada.
El viaje de Tillerson fue calificado de muy importante debido a cuestiones que debieron tratar como: la operación en curso Raqqa y la estrategia global contra Daesh.
Una cinta de video sobre el comienzo de la reunión, publicada por la presidencia turca, muestra que Tillerson y Erdogan conversaron por un largo rato hasta estrecharse las manos. tuvieron un tiempo bastante largo, apretón de manos torpes.
Múltiples fuentes en ambos lados expresaron que la reunión tuvo dos hora de duración y contó sólo con tres participantes: Tillerson, Erdogan y el canciller Mevlut Çavusoğlu. Erdogan no habla inglés, salvo algunas expresiones, por lo que el ministro turco funcionó como un traductor durante la reunión.
Fuera de esa reunión quedaron el enviado epecial para la coalición contra Daesh, Brett McGurk, y el embajador estadounidense, John Bass.
El viaje de Tillerson fue calificado de muy importante debido a cuestiones que debieron tratar como: la operación en curso Raqqa y la estrategia global contra Daesh.
Una cinta de video sobre el comienzo de la reunión, publicada por la presidencia turca, muestra que Tillerson y Erdogan conversaron por un largo rato hasta estrecharse las manos. tuvieron un tiempo bastante largo, apretón de manos torpes.
Múltiples fuentes en ambos lados expresaron que la reunión tuvo dos hora de duración y contó sólo con tres participantes: Tillerson, Erdogan y el canciller Mevlut Çavusoğlu. Erdogan no habla inglés, salvo algunas expresiones, por lo que el ministro turco funcionó como un traductor durante la reunión.
Fuera de esa reunión quedaron el enviado epecial para la coalición contra Daesh, Brett McGurk, y el embajador estadounidense, John Bass.
Un funcionario turco de alto rango dijo ese tipo de reuniones no eran muy inusuales para Erdogan, ya que tenía muchas reuniones similares en el pasado con otros líderes extranjeros.
La parte estadounidense -según el diario turco- interpretó esa decisión como un desaire contra tanto McGurk y Bass. No es un secreto que Ankara cree, correctamente, que McGurk es uno de los principales arquitectos y facilitadores de la alianza de Estados Unidos con las Unidades de Protección Popular (YPG), el brazo armado sirio del PKK, que se designa como un grupo terrorista tanto por Turquía y los Estados Unidos
Informes difundidos en medios de comunicación turcos revelaron previamente que Erdogan no cerró trato personal con McGurk durante su visita a Nueva York en septiembre pasado, y advirtió que este se tomaba fotos con los oficiales del YPG, lo que en su momento provocó una fuerte reacción de las autoridades turcas.
Por su parte, el embajador Bass es conocido por ser un firme defensor de Ankara, en especial en lo que respecta la postura sobre el YPG y Fetullah Gülen, presunto autor intelectual del fallido golpe de estado en Turquía. Por esa razón su exclusión fue una sorpresa para los funcionarios estadounidenses. Sin embargo, fuentes turcas dicen que Erdogan no estaba tratando de enviar una señal, él simplemente quería pasar un momento de intimidad con Tillerson.
Durante la reunión, Tillerson y Erdogan observaron un corto documental sobre el fallido golpe de Estado, de acuerdo con el ministro de Asuntos Exteriores turco. "Él había hecho preguntas específicas sobre las ubicaciones de los ataques. Se impresionó. La reunión tomó más tiempo de lo previsto. Más de dos horas", dijo a los periodistas que le acompañan a Bruselas, durante el fin de semana.
El alto funcionario turco informó acerca de la reunión Erdogan-Tillerson que era sobre todo la parte turca quien tomó la palabra.
La parte estadounidense -según el diario turco- interpretó esa decisión como un desaire contra tanto McGurk y Bass. No es un secreto que Ankara cree, correctamente, que McGurk es uno de los principales arquitectos y facilitadores de la alianza de Estados Unidos con las Unidades de Protección Popular (YPG), el brazo armado sirio del PKK, que se designa como un grupo terrorista tanto por Turquía y los Estados Unidos
Informes difundidos en medios de comunicación turcos revelaron previamente que Erdogan no cerró trato personal con McGurk durante su visita a Nueva York en septiembre pasado, y advirtió que este se tomaba fotos con los oficiales del YPG, lo que en su momento provocó una fuerte reacción de las autoridades turcas.
Por su parte, el embajador Bass es conocido por ser un firme defensor de Ankara, en especial en lo que respecta la postura sobre el YPG y Fetullah Gülen, presunto autor intelectual del fallido golpe de estado en Turquía. Por esa razón su exclusión fue una sorpresa para los funcionarios estadounidenses. Sin embargo, fuentes turcas dicen que Erdogan no estaba tratando de enviar una señal, él simplemente quería pasar un momento de intimidad con Tillerson.
Durante la reunión, Tillerson y Erdogan observaron un corto documental sobre el fallido golpe de Estado, de acuerdo con el ministro de Asuntos Exteriores turco. "Él había hecho preguntas específicas sobre las ubicaciones de los ataques. Se impresionó. La reunión tomó más tiempo de lo previsto. Más de dos horas", dijo a los periodistas que le acompañan a Bruselas, durante el fin de semana.
El alto funcionario turco informó acerca de la reunión Erdogan-Tillerson que era sobre todo la parte turca quien tomó la palabra.
"Reiteramos nuestra postura sobre Siria, en especial la participación del YPG en Raqqa", dijo el funcionario. Turquía ofreció previamente hasta 10 mil soldados, de las fuerzas especiales turcas y batallones del Ejército Libre de Siria para retomar Raqqa de Daesh. "Yo personalmente no espero ningún paso concreto de Estados Unidos a nuestro favor. Ellos creen que están fuertemente invertidos en el YPG, que era un diseño de McGurk. Aún así, no podían rechazar nuestro plan", dijo el funcionario turco de alto rango.
El Pentágono, de hecho, tiene la intención de seguir con el YPG. "Públicamente, los EE.UU. dice que sigue trabajando con su aliado de la OTAN, Turquía, para encontrar un papel para él en la próxima ofensiva de Raqqa, pero aquí está la verdad tácita: Estados Unidos también ha juzgado que el ejército turco no está a la altura, sobre la base de su desempeño en el norte de Siria", informó The Washington Examiner. .
Según el informe, los funcionarios del Pentágono dijeron que la difícil victoria de Turquía en Al-Bab contra Daesh fue lo que indicó que las tropas turcas carecen de la formación, logística y armamento para lanzar con éxito el asedio contra Raqqa.
Un expertos en Washington dijo que el Pentágono se acercó con esa excusa, ya que el Comando Central de Estados Unidos y los principales generales no quieren cambiar sus planes en Raqqa. "Ellos creen que armar el YPG y moviéndose junto con las Fuerzas Democráticas de Siria es la mejor y más rápida solución. No quieren otra aventura", dijo.
La operación de Raqqa es más sensible que las anteriores porque la ciudad es mayoritariamente árabe, al parecer del YPG. Es por ello que el Pentágono intenta poner de relieve el componente árabe de la SDF, que se supone que es la principal fuerza de combate Daesh en el área de Raqqa.
Funcionarios del Pentágono dijeron previamente a los medios que el componente árabe de la SDF tenía más de 20 mil soldados.
Un alto diplomático turco familiarizado con los planes de Raqqa no está de acuerdo. "Nuestra evaluación es que tienen mil o 2 mil efectivos árabes", dijo el funcionario turco, mostrando la profundidad de la desconfianza entre los dos aliados.
El Pentágono, de hecho, tiene la intención de seguir con el YPG. "Públicamente, los EE.UU. dice que sigue trabajando con su aliado de la OTAN, Turquía, para encontrar un papel para él en la próxima ofensiva de Raqqa, pero aquí está la verdad tácita: Estados Unidos también ha juzgado que el ejército turco no está a la altura, sobre la base de su desempeño en el norte de Siria", informó The Washington Examiner. .
Según el informe, los funcionarios del Pentágono dijeron que la difícil victoria de Turquía en Al-Bab contra Daesh fue lo que indicó que las tropas turcas carecen de la formación, logística y armamento para lanzar con éxito el asedio contra Raqqa.
Un expertos en Washington dijo que el Pentágono se acercó con esa excusa, ya que el Comando Central de Estados Unidos y los principales generales no quieren cambiar sus planes en Raqqa. "Ellos creen que armar el YPG y moviéndose junto con las Fuerzas Democráticas de Siria es la mejor y más rápida solución. No quieren otra aventura", dijo.
La operación de Raqqa es más sensible que las anteriores porque la ciudad es mayoritariamente árabe, al parecer del YPG. Es por ello que el Pentágono intenta poner de relieve el componente árabe de la SDF, que se supone que es la principal fuerza de combate Daesh en el área de Raqqa.
Funcionarios del Pentágono dijeron previamente a los medios que el componente árabe de la SDF tenía más de 20 mil soldados.
Un alto diplomático turco familiarizado con los planes de Raqqa no está de acuerdo. "Nuestra evaluación es que tienen mil o 2 mil efectivos árabes", dijo el funcionario turco, mostrando la profundidad de la desconfianza entre los dos aliados.
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