¿Por qué el Pentágono pagó millones de dólares para manipular a la opinión pública mundial?
"Tenemos que hacer este estilo de video y usar las imágenes de Al-Qaeda... Necesitamos que sea de 10 minutos de duración, y debe estar en este formato de archivo, y tenemos que codificar de esta manera".
Precisamente, esas instrucciones -difundidas en el sitio digital Collective Evolution en octubre de 2016- fueron dadas a empleados de una firma de relaciones públicas responsable de crear falsos videos terroristas como parte de una misión de propaganda secreta pagada por el Pentágono, que costó más 500 millones de dólares.
Esa historia se conoció gracias al ex empleado de la firma Bell Pottinger, Martin Wells, quien reveló su trabajo en ese proyecto.
Hoy muchas personas están familiarizadas con la palabra terrorismo, y aunque su práctica -incluso a nivel de Estado- es antiquísima, la misma cobra popularidad gracias al tratamiento dado por la gran prensa occidental al derribo de las torres del World Trade Center en Nueva York.
Por tanto, para un universo no despreciable de individuos a escala mundial la guerra contra el terrorismo se ha intensificado desde ese día.
A medida que pasa el tiempo, esas mismas personas se han preguntado ¿cuánto de ese triste episodio es real? ¿Podría EE.UU. y sus organizaciones estar detrás de algo de eso? ¿Podrían financiar el terrorismo por motivos ocultos?
El artículo difundido por Collective Evolution en octubre de 2016, firmado por Joe Martino, titulado El Pentágono pagó más de 500 millones para crear falsos videos, ilustra sobre el particular con el criterio vertido por el prominente economista canadiense, Dr. Michel Chossudovsky, Profesor Emérito de Economía de la Universidad de Ottawa.
Para este hombre, la guerra global contra el terrorismo es una empresa estadounidense, basada en premisas falsas, que intenta explicar que de alguna manera que América y el mundo occidental están persiguiendo a un enemigo ficticio, el grupo terrorista Daesh, cuando lo real es que esa banda es apoyada y financiada por la alianza militar occidental y los aliados de Estados Unidos en el Golfo Pérsico.
Dice también que los musulmanes son terroristas, pero sucede que los terroristas son fabricados en Estados Unidos, y no el producto de la sociedad musulmana, y eso debería ser muy claro para todos.
La guerra global contra el terrorismo -asegura Chossudovsky- es una invención, una gran mentira y un crimen contra la humanidad.
¿Cuál es la realidad sobre esa firma de relaciones públicas responsable de crear falsos videos terroristas para el Pentágono?
Según Joe Martino, autor del artículo del Collective Evolution, la firma de relaciones públicas Bell Pottinger, conocida por tener muchos clientes polémicos, trabajó con los militares estadounidenses para crear propaganda en una operación secreta. La firma informó a la CIA, al Consejo de Seguridad Nacional y al Pentágono durante el proyecto.
El mandato era retratar a Al-Qaeda en una luz negativa y rastrear sospechosos simpatizantes.
La operación de Bell Pottinger comenzó poco después de que Estados Unidos invadiera Irak después del 11-S. Fue en este punto que la promoción de las elecciones democráticas se convirtió en el centro de la misión. Poco tiempo después, la prioridad pasó a rodar y editar contenido de video para operaciones psicológicas y de información.
Martin Wells, contratado entonces como editor de vídeo por Bell Pottinger, dijo a The Bureau of Investigative Journalism que a las 48 horas de ser contratado aterrizó en Bagdad para editar contenidos para "operaciones psicológicas" secretas en Camp Victory .
La firma creó anuncios de televisión mostrando a Al-Qaeda en una luz negativa, así como crear contenido para que parezca que provenía de "TV árabe". Las tripulaciones fueron enviadas a filmar bombardeos con video de baja calidad. La firma lo editaría para que pareciera material de noticias.
La propaganda es ilegal en los Estados Unidos
Según Wells, los videos fueron recogidos en Irán, Siria y los Estados Unidos. Como en EE.UU. está prohibido por ley usar propaganda sobre su población, tuvieron que contratar a una firma externa para crearla para ellos.
"Si uno, 48 horas o una semana más tarde aparece en otra parte del mundo, entonces eso es lo más interesante", explicó Wells. "Y eso es lo que están buscando más, porque eso te da un rastro".
El Pentágono confirmó que la firma de relaciones públicas trabajó para ellos bajo la Fuerza de Tarea de Operaciones de Información (IOTF, por sus siglas en inglés) y dijo que estaba creando contenido que era "veraz". Cuando se le pidió una respuesta, el Pentágono dijo que no podía comentar sobre las operaciones de IOTF.
¿Por qué la necesidad de relaciones públicas?
Apunta el artículo de Collective Evolution que teniendo en cuenta estos acontecimientos, uno debe comenzar a preguntarse por qué había una necesidad de propaganda. ¿Cuál es la motivación? ¿Parece inquietante que las operaciones gubernamentales y militares tengan que ir tan lejos para conseguir que el público esté de su parte? ¿O para convencer a la gente de otras naciones de cosas que quieren que piensen? ¿Qué les da derecho a modelar y manipular la opinión pública, desconocida e invisible?
Edward Bernays, conocido como el padre de las relaciones públicas, escribió en 1928:
"La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elemento importante en la sociedad democrática. Los que manipulan este mecanismo invisible de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder gobernante de nuestro país".
A juicio de Joe Martino, somos gobernados, nuestras mentes moldeadas, nuestros gustos formados, nuestras ideas sugeridas, en gran parte por hombres de los que nunca hemos oído hablar.
En 2009 se informó que el Pentágono había contratado a la controvertida firma de relaciones públicas The Rendon Group para supervisar la información de periodistas embebidos en el ejército estadounidense. El objetivo era evaluar si estaban dando cobertura "positiva" a sus misiones. Este es un claro esfuerzo para controlar los medios de comunicación y lo que retrata al público.
En 2005, un artículo de Democracy Now reveló que la empresa de relaciones públicas del Lincoln Group había sido contratada para producir artículos impresos en periódicos iraquíes que habían sido secretamente escritos por el ejército estadounidense. Sorprendentemente (o no), una investigación del Pentágono despejó al grupo de cualquier acto ilícito.
Estas acciones dan lugar a una serie de temas para que la gente pueda reflexionar y discutir. ¿Por qué la necesidad de tal manipulación? ¿Por qué los Estados Unidos tratan de vigilar al mundo? ¿Cuál es el orden del día aquí?
Si la gente supiera lo que sus gobiernos están haciendo y si se les informa regularmente acerca de sus acciones sombrías, -apunta Martino- podrían tener una perspectiva diferente sobre lo que está pasando y qué historia se están vendiendo.
La realidad de esta historia pone en entredicho cuan real es la amenaza del terror y por qué los Estados Unidos están tratando de convencer al mundo de que esta amenaza es inminente.
Esa historia se conoció gracias al ex empleado de la firma Bell Pottinger, Martin Wells, quien reveló su trabajo en ese proyecto.
Hoy muchas personas están familiarizadas con la palabra terrorismo, y aunque su práctica -incluso a nivel de Estado- es antiquísima, la misma cobra popularidad gracias al tratamiento dado por la gran prensa occidental al derribo de las torres del World Trade Center en Nueva York.
Por tanto, para un universo no despreciable de individuos a escala mundial la guerra contra el terrorismo se ha intensificado desde ese día.
A medida que pasa el tiempo, esas mismas personas se han preguntado ¿cuánto de ese triste episodio es real? ¿Podría EE.UU. y sus organizaciones estar detrás de algo de eso? ¿Podrían financiar el terrorismo por motivos ocultos?
El artículo difundido por Collective Evolution en octubre de 2016, firmado por Joe Martino, titulado El Pentágono pagó más de 500 millones para crear falsos videos, ilustra sobre el particular con el criterio vertido por el prominente economista canadiense, Dr. Michel Chossudovsky, Profesor Emérito de Economía de la Universidad de Ottawa.
Para este hombre, la guerra global contra el terrorismo es una empresa estadounidense, basada en premisas falsas, que intenta explicar que de alguna manera que América y el mundo occidental están persiguiendo a un enemigo ficticio, el grupo terrorista Daesh, cuando lo real es que esa banda es apoyada y financiada por la alianza militar occidental y los aliados de Estados Unidos en el Golfo Pérsico.
Dice también que los musulmanes son terroristas, pero sucede que los terroristas son fabricados en Estados Unidos, y no el producto de la sociedad musulmana, y eso debería ser muy claro para todos.
La guerra global contra el terrorismo -asegura Chossudovsky- es una invención, una gran mentira y un crimen contra la humanidad.
¿Cuál es la realidad sobre esa firma de relaciones públicas responsable de crear falsos videos terroristas para el Pentágono?
Según Joe Martino, autor del artículo del Collective Evolution, la firma de relaciones públicas Bell Pottinger, conocida por tener muchos clientes polémicos, trabajó con los militares estadounidenses para crear propaganda en una operación secreta. La firma informó a la CIA, al Consejo de Seguridad Nacional y al Pentágono durante el proyecto.
El mandato era retratar a Al-Qaeda en una luz negativa y rastrear sospechosos simpatizantes.
La operación de Bell Pottinger comenzó poco después de que Estados Unidos invadiera Irak después del 11-S. Fue en este punto que la promoción de las elecciones democráticas se convirtió en el centro de la misión. Poco tiempo después, la prioridad pasó a rodar y editar contenido de video para operaciones psicológicas y de información.
Martin Wells, contratado entonces como editor de vídeo por Bell Pottinger, dijo a The Bureau of Investigative Journalism que a las 48 horas de ser contratado aterrizó en Bagdad para editar contenidos para "operaciones psicológicas" secretas en Camp Victory .
La firma creó anuncios de televisión mostrando a Al-Qaeda en una luz negativa, así como crear contenido para que parezca que provenía de "TV árabe". Las tripulaciones fueron enviadas a filmar bombardeos con video de baja calidad. La firma lo editaría para que pareciera material de noticias.
La propaganda es ilegal en los Estados Unidos
Según Wells, los videos fueron recogidos en Irán, Siria y los Estados Unidos. Como en EE.UU. está prohibido por ley usar propaganda sobre su población, tuvieron que contratar a una firma externa para crearla para ellos.
"Si uno, 48 horas o una semana más tarde aparece en otra parte del mundo, entonces eso es lo más interesante", explicó Wells. "Y eso es lo que están buscando más, porque eso te da un rastro".
El Pentágono confirmó que la firma de relaciones públicas trabajó para ellos bajo la Fuerza de Tarea de Operaciones de Información (IOTF, por sus siglas en inglés) y dijo que estaba creando contenido que era "veraz". Cuando se le pidió una respuesta, el Pentágono dijo que no podía comentar sobre las operaciones de IOTF.
¿Por qué la necesidad de relaciones públicas?
Apunta el artículo de Collective Evolution que teniendo en cuenta estos acontecimientos, uno debe comenzar a preguntarse por qué había una necesidad de propaganda. ¿Cuál es la motivación? ¿Parece inquietante que las operaciones gubernamentales y militares tengan que ir tan lejos para conseguir que el público esté de su parte? ¿O para convencer a la gente de otras naciones de cosas que quieren que piensen? ¿Qué les da derecho a modelar y manipular la opinión pública, desconocida e invisible?
Edward Bernays, conocido como el padre de las relaciones públicas, escribió en 1928:
"La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elemento importante en la sociedad democrática. Los que manipulan este mecanismo invisible de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder gobernante de nuestro país".
A juicio de Joe Martino, somos gobernados, nuestras mentes moldeadas, nuestros gustos formados, nuestras ideas sugeridas, en gran parte por hombres de los que nunca hemos oído hablar.
En 2009 se informó que el Pentágono había contratado a la controvertida firma de relaciones públicas The Rendon Group para supervisar la información de periodistas embebidos en el ejército estadounidense. El objetivo era evaluar si estaban dando cobertura "positiva" a sus misiones. Este es un claro esfuerzo para controlar los medios de comunicación y lo que retrata al público.
En 2005, un artículo de Democracy Now reveló que la empresa de relaciones públicas del Lincoln Group había sido contratada para producir artículos impresos en periódicos iraquíes que habían sido secretamente escritos por el ejército estadounidense. Sorprendentemente (o no), una investigación del Pentágono despejó al grupo de cualquier acto ilícito.
Estas acciones dan lugar a una serie de temas para que la gente pueda reflexionar y discutir. ¿Por qué la necesidad de tal manipulación? ¿Por qué los Estados Unidos tratan de vigilar al mundo? ¿Cuál es el orden del día aquí?
Si la gente supiera lo que sus gobiernos están haciendo y si se les informa regularmente acerca de sus acciones sombrías, -apunta Martino- podrían tener una perspectiva diferente sobre lo que está pasando y qué historia se están vendiendo.
La realidad de esta historia pone en entredicho cuan real es la amenaza del terror y por qué los Estados Unidos están tratando de convencer al mundo de que esta amenaza es inminente.
FUENTE: AL MAYADEEN
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