Una vez destruida la infraestructura de Estados Unidos en la isla de Guam, en caso de un ataque nuclear norcoreano, Washington mantendría bastantes bases a su disposición para contraatacar.
El lanzamiento de un misil balístico desde Corea del Norte registrado este martes ha demostrado su capacidad de alcanzar algunos objetivos militares en el océano Pacífico. Aunque Pionyang ha elegido el este para esta nueva prueba de misiles, el destino principal anunciado del primer ataque nuclear sigue siendo la isla de Guam.
Allí, en el territorio ultramar no incorporado de Estados Unidos, se encuentran dos bases militares de Estados Unidos. Guam acoge tanto la de la Fuerza Aérea, Andersen, como una de las dos principales de la Marina de Guerra en el océano Pacífico, Apra Harbor (la segunda más grande después de Pearl Harbor). Es precisamente el lugar elegido para alojar a miles de marinos que el Pentágono va a retirar de la isla japonesa de Okinawa de conformidad con el acuerdo del Mapa de Ruta para la Implementación de Realineamiento, firmado con Tokio en el año 2006.
El blanco para cuatro misiles
El plan de ataque que el líder norcoreano, Kim Jong-un, revisó a mediados de este agosto contemplaba el despegue de cuatro misiles balísticos Hwasong-12 hacia Guam. Siguiendo su recorrido aprobado, pasarían por encima de las prefecturas niponas de Shimane, Hiroshima y Kochi, es decir, mucho más al sudoeste de la región que ha sobrevolado el misil lanzado este 29 de agosto.
La infraestructura disponible permite acoger en Guam los bombarderos estratégicos B-52, B-1 Lancer y B-2 Spirit, los cazas interceptores, los radares de alerta temprana y control aerotransportados, informa RIA Novosti. Según reportan medios estadounidenses, seis aviones B-1B están de guardia de forma permanente en sus aeródromos.
El puerto es de aguas profundas y permite el anclaje y el mantenimiento de casi toda clase de navíos y submarinos. Sin embargo, la información sobre las visitas a Guam de los buques es escasa. El año pasado solo se supo que había zarpado rumbo a la isla el crucero estratégico sumergible Pennsylvania, dotado con misiles balísticos. Además, cuatro submarinos polivalentes se basan en Apra para surcar el océano Pacífico a partir de allí.
Ramstein, la base más grande en Europa
Aunque Guam es un punto obligado para las operaciones del Pentágono y la CIA en toda Asia Oriental, incluido Afganistán, esas actividades no quedarían paralizadas debido a la presencia de otras bases —aún más grandes— en Europa y la península Arábiga. La base aérea de Ramstein, situada en el sudoeste de Alemania, disputa la primacía entre las bases estadounidenses en el extranjero.
Todas las instalaciones militares de Ramstein, puestas juntas, cuentan con 35.000 militares y ofrecen empleo a 5.000 civiles. Algunas de ellas están a las órdenes del mando europeo y el mando antiaéreo de la OTAN. Sin embargo, es el punto obligado principal para el transporte de cargas y personal a distintos países y a través de Europa.
Allí se encuentran 16 escuadrillas de aviones de transporte del 86 Grupo Operacional de la Fuerza Aérea estadounidense. Además, están almacenadas en Ramstein hasta 150 bombas nucleares. Pasan por esta base todos los militares estadounidenses de camino a los múltiples ejercicios que se convocan en los países bálticos, Polonia y otras partes del antiguo Pacto de Varsovia.
La parte estadounidense tiene programado aprovechar la base de Ramstein para acoger el material bélico y el personal del otro lado del océano Atlántico en el hipotético caso de una guerra con Rusia. Asimismo serviría para evacuar a los numerosos heridos de vuelta, pasando por el hospital más grande de EE.UU. en el extranjero. El aeródromo aceptaría aterrizajes y despegues de los bombarderos estratégicos a su llegada desde EE.UU.
La más grande de Oriente Medio
El punto de mando delantero del CENTCOM (el Mando Central de EE.UU.) se encuentra en Al Udeid, una base aérea ubicada a varios kilómetros al sur de la capital de Catar, Doha. Desde el 2001, es la principal base estadounidense en Oriente Medio y no es solo para aviones. Washington alojó allí a miles de efectivos, cerca de 300 carros de combate Abrams, 400 vehículos blindados Bradley, decenas de piezas de artillería autopropulsada, sistemas de defensa antiaérea Patriot.
Las pistas de aterrizaje de Al Udeid tienen más de 4.000 metros de largo y son capaces de acoger a toda clase de aeronaves, incluidos los aviones cisterna, los radares aerotransportados Boeing RC-135 V/W, los aviones de guerra electrónica Grumman EA-6B, los cazas, cazabombarderos y los vehículos aéreos no tripulados.
La base ha desempeñado un papel clave durante las operaciones en Afganistán e Irak, siendo su máximo centro de coordinación. Actualmente cerca de 10.000 personas prestan su servicio a la base catarí.
Bases en Japón
Aunque Pionyang apunta a Guam, observa la presencia de más de 90 instalaciones castrenses mucho más cerca de la península coreana: en Japón. Está a cargo de su dirección un mando militar separado: US Forces Japan (USFJ, por sus siglas en inglés). Su cuartel general se encuentra en la base aérea Yokota, al este de Tokio, donde más de 14.000 personas cumplen su servicio. Es un punto obligado para quienes llegan a Japón de forma rotatoria, desde allí los envían a otras instalaciones castrenses.
A Yokota se suman 11 bases situadas en Okinawa del Cuerpo de Marines: campamentos, polígonos de entrenamiento, aeródromos, centros logísticos, arsenales, etc.
El aeródromo de Kadena cobija al 18 grupo operacional aéreo, uno de los más grandes dentro de la Fuerza Aérea de EE.UU. Esta formación consta de dos escuadrillas de cazas F-15 C/D, varias unidades de rescate, aviones cisterna, aviones de reconocimiento: unas 80 aeronaves en totalidad. Es casa también de un batallón del 1er regimiento de artillería antiaérea del Ejército de Tierra.
La base aérea de Misawa merece ser mencionada aparte como una de las pocas en que el Pentágono ha decidido desplegar los aviones de quinta generación F-22 Raptor. En términos generales, el número y la selección de unidades colocadas en Japón muestran que el Pentágono percibe a este país como una posible base de partida para hacer frente a China y Rusia, y no solo a Corea del Norte.