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El equipo De fogón en fogón registró la visita de Noam Chomsky invitado por la Fundación Liber Seregni.
La Senadora Constanza Moreira del Frente Amplio le preguntó qué lugar considera que ocupa América Latina en la lucha por la “supervivencia global”.
NOAM CHOMSKY dijo que algunas cosas fueron positivas.
Haber salido del Fondo Monetario Internacional (FMI), fomentar políticas de reducción de la pobreza, el armado de derechos civiles, y la nuevas agendas de derechos son destacables.
Hubo mejora en las oportunidades de educación. Mencionó a Lula como adalid en este aspecto.
Dio voz al Sur global y muy interesante la construcción de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Fueron cambios “muy significativos”, valoró, pero agregó que “lamentablemente” la izquierda no supo lidiar con dos problemas centrales.
Chomsky dijo que hubo “incapacidad de los líderes de izquierda de evitar la severa corrupción, que es endémica en algunos lugares de América Latina y en la mayor parte del mundo”.
También reprochó la incapacidad de la izquierda para “sortear un problema serio de largo plazo para el desarrollo de América Latina”, que tiene que ver con la utilización de sus recursos naturales.
“América Latina es rica en recursos, pero estos han sido utilizados tradicionalmente para beneficiar a un pequeño grupo extremadamente rico y a los inversores. Eso continuó durante los gobiernos de izquierda. También la exportación de productos primarios, que fue estimulada por la tentación –que debian haber evitado– de volverse proveedores de materia prima de China”.
Luego comparo América Latina con el sudeste asiático, la conclusión es “bastante sorprendente”. América Latina tiene en comparación “enormes ventajas”: cuenta con abundancia de recursos y no tiene externalidades que afecten la producción, pero sus políticas apuntan “al bienestar de un grupo muy pequeño y muy rico de su población” y a favorecer a los inversores, que “no tienen ninguna responsabilidad, no pagan ningún impuesto, sólo se enriquecen”. En cambio, la inversión en Asia es dirigida y controlada para canalizarla en sectores estratégicos para el desarrollo, y se prohibió la exportación de capital, es mas se pena con severa prisión a los que lo hacen.
Noam Chomsky dijo que “Las diferencias son sorprendentes. En 1950, Corea del Sur estaba al nivel de un país pobre de África, y hoy es un poder industrial. En América Latina eso no pasó”.