Muchos descubrirán que esta ley existe ahora que los políticos del Estado de Nueva York están sumando fuerzas para enterrarla. Desde 1929, las bodas de niños de 14 y 15 años son posibles con la aprobación de los padres o tutores legales, y tanto el gobernador, Andrew Cuomo, como varios legisladores han presentado proyectos de ley para acabar con esta práctica, según ha publicado este lunes The New York Times.
Entre 2000 y 2010 se produjeron casi 3.900 matrimonios en el Estado de Nueva York en los que había al menos un menor y, de estos, en unos 40 casos uno de los cónyuges tenía 14 o 15 años, según los datos citado por el Times, procedentes de Unchained at Last, una asociación que lucha por evitar los matrimonios forzados. Muchas de las bodas entre niños tienen lugar a raíz de un acuerdo entre los padres, en familias cuyas tradiciones religiosas o culturales avalan este tipo de prácticas.
Entre los matrimonios de menores abundan los de niñas con hombres mayores que buscan así conseguir una green card (permiso de residencia). Según el rotativo, las estadísticas muestran que las niñas casadas a edad temprana tienen más probabilidades de abandonar los estudios, sufrir penurias económicas o ser víctimas de la violencia machista.
El divorcio, en cambio, no es posible hasta los 18, explica el Times, lo que supone una situación muy complicada para gente muy joven. En Estados Unidos, la mayoría de Estados permiten los matrimonios entre adolescentes de 16 y 17 años —en Nueva York solo hace falta el consentimiento paterno— y en una docena ni siquiera existe una edad mínima prefijada por ley alguna.
La normativa que proponen en Nueva York es elevar la edad mínima legal para el matrimonio a los 18 años, aunque a los 17 sería posible mediante un consentimiento judicial y paterno. Los jueces deberían determinar que ninguno de los prometidos se casa forzado por los padres.