The New York Times | ‘No tenemos miedo’: los británicos buscan la normalidad tras el ataque a Westminster | Por DAN BILEFSKY , STEPHEN CASTLE y PRASHANT S. RAO 23 marzo 2017


El cerco policial del jueves se extendía por todo Whitehall, el corazón gubernamental británico que incluye las oficinas de la primera ministra, la secretaría de Finanzas y la de Relaciones Exteriores. CreditJack Taylor/Getty Images


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LONDRES – El Estado Islámico reivindicó el ataque contra el parlamento británico del 22 de marzo, y la primera ministra Theresa May describió al atacante como un hombre británico a quien los servicios de inteligencia ya habían investigado por posibles conexiones con el extremismo violento.
En un discurso pronunciado ante el parlamento, que regresó a sesiones apenas un día tras la clausura temporal de la sede gubernamental, May dijo que el atacante era una “figura periférica” que había sido revisada por el MI5, la agencia de inteligencia doméstica, pero que no era “parte del panorama de contrainteligencia actual”.
La policía londinense lo identificó como Khalid Masood, británico de 52 años nacido en Kent que tenía antecedentes penales por delitos como posesión de armas y cometer lesiones corporales graves. Estaba viviendo en Birmingham, donde fue rentado el automóvil usado en el ataque.
May dijo que “no había evidencia previa de su intención o de sus planes” y que la “presunción por ahora es que el atacante fue inspirado por la ideología islamista”.
“Ayer, un acto de terrorismo intentó silenciar a nuestra democracia”, dijo May. “No tenemos miedo y nuestra determinación nunca vacilará ante el terrorismo”.
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La primera ministra Theresa May se dirigió al parlamento, que sesionó apenas un día después del atentado que forzó la clausura temporal de las oficinas. CreditReuters
Apenas una hora después de que May terminó su discurso, el Estado Islámico emitió un comunicado por la aplicación de mensajería Telegram en el que declaró que el atacante era un “soldado” que “llevó a cabo la operación en respuesta a solicitudes” para luchar contra los poderes de Occidente involucrados en operaciones militares en Medio Oriente. El grupo terrorista no dio más detalles.
Las autoridades británicas detuvieron a ocho personas este jueves en Londres y Birmingham, al centro de Inglaterra, como parte de su investigación. Resaltaron que el atacante probablemente actuó solo y que no esperan más ataques. May dijo que el nivel de amenaza se mantendría en “severo” (un ataque es probable), pero que no lo aumentarían a “crítico” (indicador de un ataque inminente).
En línea con el carácter multicultural de Londres, las tres víctimas fatales y los más de 40 heridos incluyen a doce británicos, cuatro surcoreanos, tres estudiantes franceses, dos rumanos y ciudadanos de China, Alemania, Grecia, Irlanda e Italia.
El atacante, que murió en un tiroteo con la policía, embistió a peatones sobre el puente de Westminster y luego acuchilló fatalmente al oficial Keith Palmer.
Mark Rowley, tercero en mando de la policía metropolitana, dijo que la escena del crimen alrededor del parlamento seguirá acordonada para las investigaciones, con las que buscan hallar el móvil del atacante o identificar a posibles asociados y dilucidar si el atentado fue premeditado.
“Se necesita mucho para sacudir a un londinense. El espíritu del Blitz vive”.
MEREDITH O'SHAUGHNESSY, PLANIFICADORA DE EVENTOS DE 38 AÑOS
La zona acordonada va desde el palacio de Westminster hasta Trafalgar Square, lo que incluye prácticamente todo Whitehall, el área donde se encuentran la mayoría de las oficinas de gobierno.
Los funcionarios volvieron a su rutina e ingresaban a las oficinas después de una revisión de seguridad. Entre ellos estaba Michael Torrance, oficial de la cámara de los lores.
“Sin querer sonar fatalista, había un sentimiento de inevitabilidad de que habría algún incidente como este en algún momento”, dijo, tras referirse también a los ataques que hubo contra sedes del gobierno por parte del Ejército Republicano Irlandés (IRA por su sigla en inglés) durante el conflicto con Irlanda del Norte.
Pero añadió que “todos quieren sentirse tan normal como sea posible”.
Tras los ataques en Bruselas y París, muchos londinenses dijeron compartir ese sentido de inevitabilidad y hasta señalaron que esa expectativa los había ayudado a mantener la calma.
“Tenemos la tendencia a seguir con la vida diaria”, dijo Meredith O’Shaughnessy, planificadora de eventos de 38 años.
“Se necesita mucho para sacudir a un londinense. El espíritu del Blitz vive”, añadió, en referencia a los bombardeos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
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